La otra noche vi Mala Noche (el título original es en castellano), la primera de Gus Van Sant.
Está basada en una novela de Walt Curtis que narra los encuentros y desencuentros amorosos entre un empleado de tienda, blanco y con pinta de cowboy y un (en realidad, dos) inmigrante mexicano que vive a veces en la calle, a veces en hoteles de mala muerte.
Filmada con estética sucia, y con actores que no parecen profesionales (quizá no lo sean), la película, que Van Sant dirigió y produjo con dos dólares-y se nota-nos muestra el periplo triste, a veces humillante, de nuestro “héroe”, que tiene un solo objetivo: declararle a su objeto de deseo el amor que siente por él.
Como al pasar, vemos sin subrayados la persecución a los inmigrantes, el machismo, la homofobia y otros temas que el director se cuida muy bien de no poner en primer plano: su intención, si bien no elude en absoluto la realidad social de sus personajes, es poner el foco en el amor verdaderamente “fou” (y no correspondido) que siente el protagonista.
Ópera prima y especie de borrador de las siguientes, en las que GVS retomará sus constantes: la dificultad del amor gay (y del amor a secas), las relaciones a cambio de dinero, la hipocresía, la violencia.
En fin, me gustó mucho, pero no me pude sentar el resto del finde. 🙁
(publicado el 5 de septiembre de 2005 en mi anterior blog, del mismo nombre).