Deborah Kerr, alguien para recordar

Me enteré por Boudu de la muerte de Deborah Kerr. Como su comentario estaba escrito en un semicondicional, apelé a San Google y confirmé la mala nueva. Tenía 86 años y sufría de parkinson hace varios, con lo que al agravarse su salud decidió volver a Surrey desde Marbella, en donde residía con su pareja, el escritor S. Peter Viertel, autor entre otras, de la novela Cazador blanco, Corazón negro y del guión de La Reina Africana.

Actriz de una belleza deslumbrante fue calificada por muchos como «seria y fría» debido a la multitud de papeles en lo que representó a la típica dama de sociedad, elegante y refinada. A estas opiniones respondería con contundencia con su papel en De aquí a la eternidad y su mítico beso con Burt Lancaster, de un erotismo osado para la época (y para Hays y sus descendientes, supongo).
A pesar de una carrera con notables papeles en películas igualmente notables (Narciso Negro, The Innocents, Julio César, las que hizo con R Mitchum), la recordaremos siempre por el papel de Terry en An Affair to Remember cuya escena del sillón donde yace postrada, mientras habla con Cary Grant, es seguramente una de las cumbres del romanticismo en el cine. Yo, por mi parte, cada vez que la veo lloro como un nabo, ya que no puedo hacerlo como Meg Ryan.
¡Hasta siempre, Terry Mc Kay!


Actualización (07-11-2007): El marido también
Sólo tres semanas más soportó S.P.Viertel la ausencia de su compañera. Su enfermedad (estaba hospitalizado cuando se enteró de la muerte de Deborah) no hizo más que empeorar en estos últimos días. Para un aficionado al surf como él, que buscaba como todos, la mejor ola, son tristes tiempos de bajamar.

  8 comentarios para “Deborah Kerr, alguien para recordar

  1. miércoles 23 de enero, 2008 en 19:47

    Parece ser que el tío decía años. La verdad viendo a Jean Seberg en ambas, parecen ‘tres días…’
    http://www.mabuse.com.ar/mabuse/god.htm

Si quieres dejar un comentario...

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Trasnochada

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo