Progresistas, talante y sonrisas

La noticia mereció un editorial en El País. Se presentó primero como la justificada persecución y muerte de un terrorista o al menos sospechoso de serlo. Luego mutó en un «error», comprensible en autoridades deseosas de cumplir con su función, bla bla bla. Después de un mes ha quedado en evidencia lo que siempre fue, un frío y siniestro asesinato (7 balas ¡sólo en la cabeza!), cometido por los defensores de un estado que no duda en aplicar formas fascitizantes, sea en Irak, sea dentro de sus propias fronteras.

La tercera vía de Blair es la vieja vía de la represión,

en el primer o en el desimosexto mundo.
Escribo esto con asco y rabia, luego de ver que en España el gatillo fácil también se encuentra en plena forma (Roquetas) y tiene, por supuesto, defensores y/o encubridores en las más altas autoridades de un gobierno que posa, como posó el del represor inglés, de progresista. ¿Se hablará luego de excesos como en la lejana Argentina? ¿No sintió un poquito de vergüenza nuestro presidente al estrechar la mano de semejante personaje cuando el crimen ya se había cometido? Y finalmente me pregunto: ¿por qué sonríe todavía Zapatero?


(publicado el 22 de agosto de 2005 en mi anterior blog, del mismo nombre)

Navegación de entradas

  2 comentarios para “Progresistas, talante y sonrisas

  1. ile
    viernes 21 de septiembre, 2007 en 20:54

    Leyendo tu comentario me vino una vaga imagen de la Argentina de principios de siglo, la de un inmigrante advirtiendo que ciertas aparentes fronteras de la política no son tales. Internet, informarnos (no solo ya viajando) permite desnudar el hecho de que la internacionalización de los conflictos es un fenómeno cada vez más visible.

  2. jueves 27 de septiembre, 2007 en 11:25

    Exacto y ahora a dos años de escrito el post original, y visto el derrotero de los personajes de la foto, creo que me quedé corto con el asco y la rabia.

Si quieres dejar un comentario...

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Trasnochada

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo